Preocupante avance del deshielo en Groenlandia
Mundo miércoles 19, Jun 2019- Registran 4 veces más de la temperatura media usual
La imagen de un trineo avanzando por un bloque de hielo totalmente cubierto de agua en Groenlandia ha vuelto a poner en el punto de mira el deshielo que asola el Ártico. La fotografía fue tomada por el climatólogo Stefeen M.Olsen el 13 de junio cuando éste acudía a recoger unos aparatos de medición plantados en el hielo en el marco de la operación “Blue Action”.
El científico Rasmus Tonboe decidió compartir la imagen en las redes sociales y se ha convertido en viral debido a la alerta que ha generado. El propio autor de la foto se ha hecho eco de las terribles consecuencias que puede tener el deshielo para la población. “Las comunidades en Groenlandia dependen del hielo para tareas de transporte, caza y pesca”. Es por ello que fenómenos meteorológicos como el que recoge esta imagen “requieren una capacidad mayor de predicción”.
A raíz de la popularidad de la fotografía, Euronews ha informado del preocupante avance del deshielo en Groenlandia. Según un artículo publicado por esta agencia de noticias, la cantidad de hielo derretido en esta zona del planeta es la mayor en esta época del año desde que existen registros.
Temperatura asciende en Groenlandia
En la localidad de Qaanaaq, situada en esa área, se midieron la semana pasada 17.3 grados celsius, cuatro veces más de la temperatura media usual, aunque la cifra aún no ha sido verificada.
El DMI había alertado en un informe reciente de que las temperaturas en la zona próxima al Polo Norte eran más altas de lo habitual y que se había derretido el hielo tan pronto como en 2012, el año que marcaba hasta ahora el inicio más temprano del deshielo.
El problema del aumento del deshielo no solo se cuenta en extensión. Uno de los problemas es la mayor fragilidad que tiene el hielo joven, más fácil de derretir, frente al hielo antiguo, según explica Raúl Rejón.
El calentamiento en los polos pone en riesgo, además, la supervivencia del permafrost, es decir, de la capa del terreno que está siempre congelada. Un posible deshielo de esta capa supondría la liberación de importantes cantidades de CO2, procedentes de la descomposición de plantas muertas atrapadas en el hielo, una vez salieran a la superficie.
De ocurrir, los científicos calculan que se liberarían mil 500 millones de toneladas anuales de CO2, el equivalente a las emisiones de carbono procedentes de combustibles fósiles liberadas por Estados Unidos en todo un año.